Aquí os dejo algunas fotos de
cuando mi bebé era un bebé de verdad, pequeñita, parecía un peluche, ¿verdad?
Espero que os gusten.
Llegó a mi vida un 5 de Diciembre, y ese día os puedo asegurar que nunca, nunca, nunca, se me va a olvidar, porque fue uno de los mejores días de mi vida.
Esta foto fue la primera que la hice, su primer día
conmigo.
Parecía un peluche muy achuchable.
En
estas fotos tenía 3 y 4 meses, era tan gordita y tan bonita que siempre que la
sacaba a pasear casi todo el mundo quería acercarse a tocarla, y ella era tan
buena y juguetona que siempre saludaba a todo el mundo.
Era (y
es) súper tranquila, aunque tiene momentos de alta actividad que no para quieta
y se vuelve loca para que juegues con ella, pero luego se vuelve a relajar de
nuevo.
Para muchos será una simple perra, un
simple animal, pero no, para mí es mucho más que eso. Yo no la veo ni tan
siquiera como una mascota, la veo como mi compañera de vida, alguien tan
especial en mi vida que sin ella ya no vería las cosas igual, es un pilar muy
importante para mí.
Y cuando digo que es especial,
un pilar muy importante en mi vida, es porque ella me da fuerzas cuando lo
necesito, aunque creáis que no, el simple hecho de sentir su presencia, de notar
su compañía, me da energía para sacar fuerzas para luchar por mis metas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario