domingo, 13 de abril de 2014

¿Por qué "Escalera a la Luna"?



Seguramente algunxs os habréis preguntado el por qué de este título y no otro, así que hoy os quiero contar el motivo por el que decidí titular así a mi blog.


Escalera a la Luna quiere decir buscar aquellas herramientas que nos permitan alcanzar un óptimo crecimiento personal, un crecimiento personal que nos ayude a madurar, a conocernos mejor a nosotros mismos, que nos ayude a encontrarnos y a darnos un lugar en este mundo. Un crecimiento personal hacia un mundo en el que, cuando creamos que las cosas no tienen sentido, se lo sepamos buscar y se lo demos. Un crecimiento personal que nos haga buscar nuestro mejor yo, lo mejor de nosotros mismos.

La meta: escalar a la luna, lograr ese crecimiento personal, que nos ayudará a vivir un poquito mejor, a encontrarnos en este mundo y darle sentido cuando creamos que no lo tiene.



¿Y por qué a la Luna?

Porque es un satélite natural, y en esta vida es lo que tenemos que ser, naturales, transparentes, nosotros mismos, no tenemos que dejarnos manipular por nadie, tenemos que aprender a ser críticos y a llevar las riendas de nuestra vida, con todo lo que ello conlleve, tanto bueno, como no tan bueno, y digo “no tan bueno” porque no me gusta la atribución negativa de “malo” que solemos hacer las personas cuando algo no nos sale como queremos, o cuando nos pasa algo desagradable. Me gusta referirme a las cosas negativas con el término “no tan bueno”, porque, en realidad, si observamos bien las cosas que nos suceden, detrás de las “cosas no tan buenas” siempre podemos sacar algo bueno, sea lo que sea. ¿Que no sabes cómo? Pues Escalera a la Luna es lo que va a intentar enseñarte, vamos a intentar a que aprendas a sacar un lado positivo de las “cosas no tan buenas”.



Porque es un satélite que no es tan brillante como pensamos, muchos piensan que, después del sol, es el objeto más luminoso que podemos ver en el cielo, pero esto no es así, pues la luna es, en realidad, muy oscura. Y entonces te preguntarás, ¿por qué a la Luna si es oscura habiendo otros satélites u “objetos” espaciales, como por ejemplo las estrellas, que sí son luminosos? Pues porque siempre nos han enseñado que lo oscuro es feo, tenebroso, algo que puede producirnos desasosiego, pero, en mi opinión, yo creo que en todo lo oscuro siempre hay un puntito de luz, y que si lo avivamos ese puntito se puede convertir en un punto muy grande. Es a la Luna porque en esta vida tenemos que aprender que todo lo que parece oscuro en realidad tiene su parte luminosa, es como eso que se suele decir de que al final del túnel siempre hay luz, y es verdad, lo que pasa que muchas veces estamos tan preocupados de llegar al final del túnel que no nos damos cuenta de que en medio de ese túnel sí que hay un poquito de luz y que con empeño podemos llegar a encenderla e iluminar todo el túnel.



Porque es muy grande, y así podríamos perdernos y encontrarnos, y volver a perdernos y encontrarnos. ¿Y es que a caso no es eso de lo que se trata la vida? Nos perdemos, una y otra vez, y tenemos que encontrarnos, entonces la Luna podría ser un lugar donde ir a reflexionar sobre cómo encontrarnos, y cuando nos encontremos, regresar, y así una y otra vez, disfrutando cada experiencia de andar perdido buscando el sentido de las cosas.



Y, porque aunque es polvorienta, pegajosa y abrasiva, en esta vida tenemos que buscar retos, para adquirir experiencia y de esa manera madurar, intentar un mejor crecimiento personal. No importa la difícil que sea y si al final no lo logras, lo que importan son tus pasos, tu camino, lo importa es el intentarlo y el empeño que le pongas, lo que importa es lo que aprendas de todo ello, porque en todo lo que vivimos, por todos los sitios donde caminamos, siempre hay algo nuevo que aprender.



Si tal vez no te parecen motivos suficientes te diré que también elegí la Luna porque, ¿acaso cuando eras pequeñx no te gustaba observarla mientras ibas en el coche y pensar que te perseguía y pensar que algún día te gustaría estar ahí, descubrir ese sitio extraño que siempre te seguía? A mí sí y este otros de los motivos por los que elegí la luna ((:




Espero que os guste mi blog y que os animéis a seguirme y darme consejos para mejorar y opiniones para añadir más cosas (o quitar) ((:





martes, 8 de abril de 2014

¿Qué es un psicólogo y qué hace?



Como ya dije en mi presentación inicial, soy Psicóloga, y es por eso que uno de los principales temas en los que me gustaría orientar este blog es a hablar sobre la Psicología. Es por esto que me parece que esta entrada es necesaria en el blog. 

En primer lugar diré que el texto no es mío, lo extraje de internet, y más o menos lo he intentado adaptar un poquito a mi forma de expresarme, básicamente cuatro pinceladas, pero la idea principal del texto, como ya digo, no ha sido cosecha mía propia.

Bueno, como digo, considero que esta entrada es necesaria en el blog porque es a la Psicología a lo que me dedico profesionalmente, y hoy día sigo viendo muchos estigmas no muy positivos en cuanto al tema de acudir a un psicólogo. En mi entorno escucho muy a menudo comentarios del tipo "ir al loquero", "ahí sólo van los locos", "esas cosas no sirven para nada", y cosas así. Si bien es cierto, estos estigmas poco a poco están desapareciendo, pero hoy día siguen existiendo, y ello, obviamente, me perjudica a mí y al resto de compañeros míos que tratamos este tema como una profesión y como una forma de vida. 

Creo que muchas personas se equivocan con nuestra profesión, pues no nos solemos dedicar a hablar y dar consejos únicamente, que es lo que la mayoría de la gente piensa. Nuestro trabajo va mucho más allá de eso, nosotros proporcionamos herramientas a personas que las necesitan para que las pongan en práctica en su día a día y puedan mejorar y avanzar, y sentirse mejor. Personas como tú o como yo, que todos los días nos cruzamos con ellas, que hablamos con ellas, personas, por decirlo de alguna manera genérica, "normales", que se topan con un bache en su vida y que les impide avanzar. 

La gente se equivoca cuando piensa que al psicólogo sólo van los "locos", pues un psicólogo puede ayudar en mucho, no sólo a tratar personas con trastornos psicopatológicos, sino que podemos ayudar a darle sentido a la vida, a ser más felices, a ayudar a afrontar problemas, y un sin fin de cosas, pero que en esta entrada, de momento, no me voy a enrrollar con ese tema.

No me enrrollo más y a continuación os presento el texto sobre lo que es un/a psicólogx.


"¿Qué es un psicólogo y qué hace realmente?"

"La responsabilidad final de que nuestra profesión no esté tan reconocida como la de otros profesionales de la salud es de los propios psicólogos, influye mucho en el debate el planteamiento de base: ¿Para qué sirve un psicólogo? ¿Qué espera uno conseguir cuando acude a consulta?

Son tres las principales funciones que la gente atribuye a la terapia: para desahogarse, para conocerse más a uno mismo y para recibir consejos. Ninguna de estas tres, por extraño que resulte, debe ser el objetivo de intervención de un buen psicólogo, ya que de ser así, no es de extrañar que la gente cuestione nuestro papel en la sociedad.


1. Hay maneras más baratas y agradables de desahogo que una consulta


Resulta muy conveniente para un psicólogo limitarse a ejercer un papel pasivo y de escucha durante meses e incluso años. Un maniquí podría hacer la misma función. ¿Y todo para qué? ¿Para que la persona se desahogue contándole a alguien sus problemas? ¿Para “sacar la angustia de dentro”? Este papel, más propio de un confesor que de un profesional de la salud, puede hacer que la persona reduzca su angustia temporalmente, pero es improbable que le sirva para solucionar nada. Y puestos a necesitar contar un problema a alguien ¿no es mejor hacerlo a un amigo delante de un café? Si precisamente buscamos el anonimato siempre podemos dar con gente en el autobús o en la barra del bar para contar lo que nos atormenta, y de manera mucho más barata e igual de efectiva. Y si no nos fiamos de nadie, siempre podemos usar internet y un pseudónimo. O el diario de toda la vida.




2. La ciencia avala que quien más conoce de ti mismo… eres tú mismo

El autoconocimiento levanta fascinación. Nos gusta que nos digan cómo somos, y cuanto más nos sorprendan, más satisfechos nos hallamos acerca de lo complejos y profundos que somos. Lamentablemente, la mayoría de esas técnicas resultan no tener rigor alguno, se basan en procedimientos burdos o esotéricos: cuando un test nos dice rasgos de nuestra personalidad, olvidamos que quien ha escrito esas respuestas somos nosotros mismos, por lo que lo que acaban diciéndonos no es más que lo que nosotros creemos que somos. A fin de camuflar esto algo más, se acaban construyendo constructos teóricos muy enrevesados que, sin embargo, tampoco han demostrado predecir nuestro comportamiento: como el psicoanálisis, que nos arroja una atractiva visión de lo oculto de nuestra mente pero choca frontalmente con todo lo que en los últimos cincuenta años se ha descubierto acerca del cerebro y de la conducta. O como el eneagrama, tan de moda entre los que ansían catalogarse con un número, y que es el descendiente directo de la astrología. Puestos a saber de nosotros es mejor preguntar a los que más nos conozcan dejando que nuestros actos hablen.


3. Los consejos vienen de la experiencia, las pautas son otra cosa.

Para entender esta última atribución errónea a los psicólogos conviene distinguir una pauta terapéutica, que es aquella que un psicólogo puede darnos basado en sus conocimientos y tras una evaluación, de lo que entendemos como un consejo. Los consejos acerca de un tema concreto es mejor pedírselos a un experto en la materia. Si tengo dudas acerca de si alquilar o comprar un piso, le preguntaría a un agente inmobiliario y no a un psicólogo como si este supiera las claves del universo. Si pensamos que el psicólogo es un sabio, o incluso un oráculo, no debe extrañarnos que algunos pacientes se sientan decepcionados si ven que su terapeuta es joven o no comparte algún aspecto de su vida. ¿En qué va a basarse entonces para ayudarlos si no tiene hijos o nunca ha tenido un accidente de avión? En ese caso es mejor preguntar a alguien que tenga un recorrido vital y experiencias similares a las nuestras. Y no necesitaremos acudir periódicamente a ningún sitio.




Entonces, si ir al psicólogo no ayuda específicamente a ninguna de estas tres cosas ¿para qué sirve? ¿Que han estudiado los psicólogos durante su carrera y sus años de posgrado y especialización? Parece claro que no han leído al azar la wikipedia ni ensayado durante años la postura ideal de escucha, pero ¿qué nos puede aportar entonces ir a terapia?

Somos los psicólogos los que, por nuestra mala praxis, hemos acabado dando una imagen superflua y ridícula de nuestra profesión. Un psicólogo es aquel profesional que nos ayuda a modificar nuestra forma de comportarnos, tanto si queremos mejorar nuestra manera de afrontar las cosas como si buscamos eliminar algún problema. Y lo hace en base a los mecanismos humanos de aprendizaje, del funcionamiento fisiológico del ser humano y de los diferentes estudios contrastados que han observado a la persona y  desarrollado técnicas específicas para cada variable a modificar.

Un psicólogo ha estudiado todo eso sin necesidad de tener que haberlo experimentado. Es por tanto un experto acerca de cómo y por qué cambian las personas. Siguiendo las pautas de un psicólogo nos aseguramos la vía más rápida y directa de modificar lo que nos hace sentirnos mal y mejorar enormemente nuestra calidad de vida. Acudir a terapia sirve para cambiar un pequeño hábito o para dar solución a un problema grave que nos ha afectado desde hace tiempo, tanto si lo hemos generado nosotros, como si es algo a lo que tenemos que hacer frente.



Si la psicología es una de las ramas de la salud con más aplicaciones cotidianas ¿por qué no es tan valorada por la sociedad? ¿Por qué la gente piensa que es inútil ir a un psicólogo? Dejando aparte la relativa juventud de la disciplina y la dificultad de imponer un único modelo teórico, somos los psicólogos los que, por nuestra mala praxis, hemos acabado dando una imagen superflua y ridícula de nuestra profesión. Fundamentalmente cada vez que en consulta no hemos aplicado un método riguroso a nuestros pacientes, sino un “todo vale” o un acto de fe.

Pero también a la hora de divulgar qué es la psicología. Es difícil ser preciso en los medios de comunicación cuando se buscan titulares y no explicaciones técnicas, pero es importante distinguir nuestras opiniones personales de lo que como psicólogos podemos abordar o no. Hay límites que no debemos saltarnos y trabajos que, sencillamente, nunca deberíamos aceptar: dar evaluaciones de famosos, usar instrumentos catalogados como estafas, vender libros de consejos y no de técnicas psicológicas, participar en tertulias, televisadas o en la calle, donde no somos capaces de explicar las bases científicas de nuestra opinión… Por cada uso nefasto que se hace de la profesión, ocultamos uno que la ciencia ha desarrollado durante décadas y podría cambiar la vida de una persona.

Si con nuestra práctica y nuestras declaraciones no somos capaces de dar valor a lo que hacemos, estaremos conduciendo a la gente a pensar que un psicólogo solo es útil a alguien que no tenga amigos ni sentido común."



Para terminar os quiero dejar un pequeño vídeo  que muestra, de manera metafórica, en qué consiste nuestro trabajo y en lo importante que es nuestra labor. ¡Espero que os guste!




Pues básicamente por aquí es por donde quería empezar, porque creo que mucha gente aún tiene confundida nuestra labor, y son muchas veces los propios profesionales de la Psicología los que crean esta confusión y esta, a m parecer, mala visión sobre nosotros y nuestra profesión.

“Me es necesario recordarles que la mejor técnica de cura es el AFECTO, es el cariño por nuestro paciente cargado de presencia, lo que le va a ayudar a salir de aquel sitio donde se ha metido. El proceso de cura tiene que ver más con nuestro corazón y nuestra piel y nuestro estómago en el momento de sentir el mundo del niño, sus recuerdos y sus silencios, la angustia o indiferencia de sus padres y de sus historias, que toda una lista de excelentes ejercicios. La técnica de ir siempre un poquito más allá en nuestro compromiso con el paciente, siempre será la más efectiva” (1996, L. Cornejo)