Tu vida es como un pequeño jardín donde puedes plantar ideas, sueños, proyectos, emociones y sentimientos. Al igual que un jardín con flores, a todas estas ideas, sueños, proyectos, emociones y sentimientos, hay que regarlos. No pueden crecer flores en una tierra áspera, seca, desierta, sin agua. El oxígeno de un árbol, no puede hacer frente a la densidad de la toxicidad que se respira en un ambiente lleno de contaminación. Pues igual pasa con nuestro jardín si lo obligamos a que respire la hostilidad del ambiente de personas tóxicas que nos pueden rodear.
Al igual que este jardín con flores, en el cual si no plantas nada, nada recogerás, o que si no riegas las flores, éstas se marchitarán, lo mismo ocurre con nuestro jardín: si siembras odio, recogerás odio; si no lo cuidas, todos tus sueños, tus proyectos, tus emociones y demás, se marchitarán.
Si no alimentas tu vida, si no te cuidas emocionalmente, si no cuidas tus pensamientos tóxicos, si no te alejas de las personas tóxicas -aquellas que te hacen mal y no te aportan nada a tu vida-, no obtendrás otra cosa más que la insatisfacción de ver que no naces, que no creces, verás que vas muriendo poco a poco, como las flores marchitas de un jardín sin cuidar, y poco a poco no habrá vida en el jardín, más que mariposas con alas marchitas que van a posarse allí para dar su último suspiro antes de abandonar esa tierra hostil y sin sentido y vida.
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