jueves, 21 de mayo de 2015

La pesada carga de las preocupaciones


Una vez, un psicólogo, en una sesión grupal, levantó un vaso de agua. Todxs, mientras observaban el vaso que éste sostenía, esperaban que él les hiciera la típica pregunta “¿está medio lleno o medio vacío?”. Sin embargo, lanzó la siguiente pregunta: “¿Cuánto pesa este vaso?”.

Las respuestas variaron entre 200 y 250 gramos.

El psicólogo respondió: “El peso absoluto no es importante, más bien depende de cuánto tiempo lo sostenga. Si lo sostengo durante un minuto, no habrá problemas; si lo sostengo una hora, me dolerá el brazo; y si lo hago durante un día, mi brazo se paralizará. El peso del vaso no cambia, pero cuanto más tiempo lo sujeto, más pesado y difícil de soportar se hace”.

Y continuó: “Las preocupaciones son como el vaso de agua. Si piensas en ellas un rato, no pasa nada. Si piensas un poco más, empiezan a doler. Y si piensas en ellas todo el día, acabas sintiéndote paralizadx, incapaz de hacer nada”.


Recuerda soltar el vaso.

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