martes, 30 de septiembre de 2014

Consejos para mejorar nuestra AUTOESTIMA

Quiérete más y mejor.

Acéptate tal y como eres. Deja de compararte con los demás. Piensa que todos somos diferentes, todos tenemos cualidades tanto positivas como negativas.

No les des más importancia de la que se merecen ciertas cosas ni a los posibles comentarios de los demás. Muchas veces hacemos de un grano de arena una montaña.

Céntrate en lo positivo. Presta menos atención a aquello que te aparta del camino hacia lo que te satisface y te hace sentir bien y feliz.

No temas a la responsabilidad de tomar decisiones. Todos tenemos derecho a equivocarnos.

Confía en ti mismx.

No pienses que cuando algo sucede la culpa es sólo tuya.

Reconoce tus logros y prémiate por ellos. Aprende a observar lo bueno.

Ponte metas reales.

No busques la perfección en todo.

No dependas siempre de la aprobación de los demás.

 Sana las heridas del pasado.

Defiende tus derechos y aprende a decir no.

Conócete a ti mismx.

Aprende a convertir lo negativo en positivo. Aprende a invertir todo lo que parezca que no tiene solución.

No generalices. Es posible que hayas tenido fallos en ciertos ámbitos de tu vida, pero esto no quiere decir que seas una persona desastrosa en todo.

No te obsesiones con la perfección, simplemente esfuérzate por mejorar. Si no estás satisfecho con algo, trata de mejorarlo, pero siempre desde la lógica y la razón, sin obsesionarte.

¿Qué es la Autoestima? ¿Cuáles son las características de la baja autoestima? ¿Y de la alta?



¿QUÉ ES LA AUTOESTIMA?


La autoestima es el concepto que tenemos sobre nuestra valía.
Está basada en todos aquellos pensamientos, sentimientos, sensaciones, ideas y experiencias que hemos ido viviendo a lo largo de nuestra vida. Los cientos de impresiones, evaluaciones y experiencias se conjuntan en un sentimiento positivo hacia nosotros mismo o, por el contrario, en un incómodo sentimiento de no ser lo que esperábamos.

Todos necesitamos tener una buena autoestima, ya que ésta afecta a todas las facetas de nuestra vida. Es por esto que no extraña que muchas investigaciones psicológicas indiquen que si no está satisfecha esta necesidad de autovaloración, tampoco se podrán satisfacer otras necesidades más expansivas.

Las personas que se sienten bien consigo mismas suelen sentirse bien en la vida, son capaces de afrontar y resolver con seguridad los retos y las responsabilidades que la vida les plantea.

La autoestima guarda una estrecha relación con el autoconcepto. Este último sería la representación mental que tenemos sobre nosotrxs mismxs; sería, por tanto, la imagen que tenemos de nosotrxs. Si te pido que te describas esta descripción correspondería a tu autoconcepto, pero esta descripción no tendría ningún valor añadido. Ahora bien, en el momento en el que evaluamos esa descripción, es decir, comparamos la imagen que ha resultado de nosotrxs mismxs al llevar a cabo la descripción con la imagen ideal que tenemos sobre lo que nos gustaría ser, es en ese momento cuando estamos formando nuestra autoestima. Cuanto más parecida sea la imagen que tenemos de nosotrxs mismxs con la imagen ideal de cómo nos gustaría ser, menos problemas de autoestima presentaremos.

Debemos tener en consideración, por tanto, la importancia de la evaluación que le hacemos al área en concreto sobre el que nos estamos evaluado. Es decir, si yo me describo como una persona gorda pero estoy a gusto con mi imagen y mi imagen ideal no es estar delgada, entonces no tendría un problema de autoestima en referencia a esta área.



CARACTERÍSTICAS


Vamos a ver algunas características que suelen presentar, entre otras, las personas que presentan baja autoestima:
-          Suelen ser personas extremadamente críticas consigo mismas.
-          Son, además, exigentes, tanto consigo mismas como con los demás.
-        Presentan un temor excesivo a cometer errores. Esto, en muchas ocasiones les puede llevar a evitar ciertas situaciones.
-          Son muy sensibles ante las críticas.
-          Necesitan la aprobación continua de los demás.
-          Tienen una necesidad continua de agradar a todo el mundo.
-          Suelen tener sentimientos de culpa ante situaciones que no deberían tenerlos.
-          Suelen ser bastante perfeccionistas.
-          Muchas veces, todo esto, les lleva a experimentar un estado de ánimo bajo.
-          Son personas con bastantes distorsiones cognitivas **

Por el contrario, una persona que posee una alta autoestima, podría presentar, entre otras, algunas de las siguientes características:
-          Poseen una visión de sí mismas y de sus capacidades realista y positiva.
-          No necesitan la aprobación constante de los demás.
-          Muestran con libertad sus sentimientos y pensamientos.
-          Son optimistas.
-          Aceptan las frustraciones.

Por tanto, la autoestima es un conjunto de percepciones, pensamientos, evaluaciones, sentimientos y tendencias de comportamiento dirigidas hacia nosotros mismos, hacia nuestra manera de ser y de comportarnos, y hacia los rasgos de nuestro cuerpo y nuestro carácter. En resumen, es la percepción evaluativa de nosotros mismos.



La importancia de la autoestima estriba en que concierne a nuestro ser, a nuestra manera de ser y al sentido de nuestra valía personal. Por lo tanto, puede afectar a nuestra manera de estar y actuar en el mundo y de relacionarnos con los demás. Nada en nuestra manera de pensar, de sentir, de decidir y de actuar escapa a la influencia de la autoestima.



VENTAJAS DE POSEER UNA BUENA AUTOESTIMA



Tendrás una mayor aceptación de ti mismx y de los demás.

Estarás menos tensx y dominarás mejor las situaciones de estrés.

Tendrás una visón más positiva de la vida.

Tendrás una mayor sensación de control sobre las cosas que haces.

Serás más independiente.

Poseerás un mayor equilibrio emocional.

Adquirirás una mayor capacidad para escuchar a los demás.

Disfrutarás más de las situaciones sociales pero también de la soledad.

Tendrás más confianza en ti mismx, mejor humor y serás más creativx.

Experimentarás menos temor ante los riesgos y fracasos, los cuales verás como oportunidades, retos y experiencias.



Obtendrás una mayor capacidad para expresar tus sentimientos de manera adecuada.

lunes, 29 de septiembre de 2014

Técnicas para no gritar a tus hijxs


Pautas para padres con "poca paciencia" o que tengan hijxs cuyo comportamiento les lleve a sus límites:



Muchos padres se quejan de que dicen algo a sus hijos «por activa y por pasiva» y que no hacen ni caso. La cuestión es que la orden va tomando fuerza según se va repitiendo más veces, hasta que llega un momento en que, los padres, desesperados, optan por gritar de nuevo la orden a la espera de mostrar al niño que ellos tienen la autoridad y asustarles para que cumplan de una vez por todas con lo que se le pide.
Por desgracia, se trata de una fórmula muy socorrida. Muchos padres salen del trabajo cansados, estresados y cuando están con sus hijos pierden la paciencia fácilmente. Lo malo es que el grito no es la forma más adecuada de lograr que obedezcan. Es más, las consecuencias son más negativas que positivas.
¿Qué se puede hacer para no gritar? Según Pedro García Aguado y Francisco Castaño, autores de «Aprender a Educar» (Editorial Grijalbo), es mucho más recomendable utilizar un tono serio sin elevar el volumen y repetir la orden como máximo un par de veces.
Apuntan que si estamos muy enfadados debemos tratar de tranquilizarnos durante unos minutos, recordar que nuestro objetivo es que nos escuchen, no desahogarnos. «Cuanto más lenta y plácidamente nos expliquemos, mayor atención captaremos». Los dos autores consideran también importante no perseguir nunca al niño por la casa gritándole, sino situarnos delante de él y explicarle lo que esperamos de él.
Si aún así, los padres no pueden controlar el grito, Pedro García Aguado y Francisco Castaño recomiendan seguir las siguientes pautas:
—Sujetaos ambas manos para frenar cualquier expresión corporal.
—Sentaos con el niño. Estar sentados reduce la tensión.
—Mirad al suelo, respirad profundamente y contad hasta diez.
—Un niño de menos de 9 años necesita el contacto visual para prestar atención. Una vez os esté mirando, habladle.

Fuente: ABC


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martes, 23 de septiembre de 2014

Otoño



El verano ha acabado y ha dejado paso para que entre el otoño. ¿Pero...qué significa esto?

Normalmente, a la mayoría de las personas, les gusta la estación más cálida del año, esa estación en la que los días son más largos y las noches más cortas. Las personas suelen asociar esta estación a salidas y entradas, playa, vacaciones, reencuentros, desconexión. Pero, de repente, de la noche a la mañana, llega el otoño: ¿y qué?
 
Hay una verdad universal respecto a todo esto, y es que, como bien sabemos, todo tiene un final, en este caso el último día de verano fue hace unos días, se cerró el último capítulo de tu libro, pero ahí no se acaba, porque llega el otoño y no deberías cerrarlo, ya que empieza un nuevo capítulo.

El otoño puede dar paso a vivir nuevas experiencias, a embarcarnos en nuevos proyectos, emprender nuevos caminos, tomar nuevas decisiones. El verano nos ha tenido que dar lugar, al menos debido a la drástica situación que vivimos en España, a que muchas personas hayamos tenido mucho tiempo libre, quizás más de la cuenta. Tiempo libre para reflexionar, para descansar, para coger fuerzas y decidir tomar nuevas decisiones, elegir emprender nuevos caminos o seguir emprendiendo el mismo camino que dejamos una vez atrás.

Para muchos el otoño les supone tristeza, pues dejan atrás esa estación en la que todo parece más cálido, más vivo, y ahora tienen que acostumbrarse a los “colores menos vivos”, los días más cortos y las hojas caídas de los árboles. Pero, ¿de verdad lo ves así de drástico? Para mí el otoño es una de las épocas del año que más buenos recuerdos me trae: el inicio de la facultad, el fin de un proyecto, el inicio de un nuevo proyecto, reencuentros con amigxs…


El otoño está lleno de sensaciones, sentimientos, situaciones, momentos, que están ahí esperándote a que los cojas con fuerzas, y que hagas un octubre, noviembre y diciembre dulces.

domingo, 7 de septiembre de 2014

EL ROBLE CONFUNDIDO

Había una vez, algún lugar que podría ser cualquier lugar, y en un tiempo que podría ser cualquier tiempo, un hermoso jardín, con manzanos, naranjos, perales y bellísimos rosales.
Todo era alegría en el jardín; y todos los seres que había allí estaban satisfechos y felices. Excepto por un solo árbol, el cual se sentía profundamente triste. El pobre tenía un problema: no daba frutos. “No sé quién soy”, se lamentaba.

- “Lo que le falta es concentración”-, le decía el manzano; -“si realmente lo intentas, podrás tener deliciosas manzanas”. “¿Ves que fácil es?”-.

- “No lo escuches”-, exigía el rosal; -“es más sencillo tener rosas y, ¿ves que bellas son?”-.

Y el árbol, desesperado, intentaba todo lo que le sugerían. Pero, como no lograba ser como los demás, se sentía cada vez más triste y frustrado.

Un día llegó hasta el jardín un búho, la más sabia de las aves, y, al ver la desesperación del árbol, exclamó:

- “No te preocupes, tu problema no es tan grave, es el mismo que el de muchísimos seres sobre la tierra. Es tu manera de enfocar la situación lo que te hace sufrir-“. Y el búho le continuó diciendo, -“no dediques tu vida a ser como los demás quieran que seas. Sé tú mismo. Conócete a ti mismo. Y para lograr esto, escucha tu voz interior-“. Y dicho esto, el búho desapareció.

- “¿Mi voz interior…? ¿Ser yo mismo…? ¿Conocerme…?”-, se preguntaba el árbol desesperado, y se puso a reflexionar estas preguntas.

Finalmente, de pronto, comprendió… Y cerrando los ojos y los oídos, abrió el corazón, y pudo escuchar su voz interior diciéndole:

“Tú jamás darás manzanas porque no eres un manzano, ni florecerás cada primavera porque no eres un rosal. Eres un roble, y tu destino es crecer grande y majestuoso, dar cobijo a las aves, sombra a los viajeros y belleza al paisaje. Eso es quién eres. ¡Sé lo que eres! Tienes una misión, cúmplela”.

Y el árbol se sintió fuerte y seguro de sí mismo y se dispuso a ser todo aquello para lo cual estaba destinado. Así, pronto llenó su espacio y fue admirado y respetado por todos. Y sólo entonces todo el jardín fue completamente feliz, cada quien celebrándose a sí mismo.

<<Autor Desconocido>>
Texto extraído de internet.



Uno de los factores que más sufrimiento nos provoca es el compararnos con los demás, ya que, por lo general, en estas comparaciones podemos salir perdiendo. Miramos a nuestro alrededor y valoramos nuestra experiencia en función de patrones ajenos, ya sean de nuestros padres, amigos, maestros, etc. Escuchamos la opinión de los demás como si fuesen “expertos” con la verdad absoluta que saben lo que se debe hacer, lo que necesitamos, lo que es “bueno”, lo que no debemos tener, lo que debemos dejar a un lado. Cuando dejamos que estos “expertos” decidan por nosotros, nos dejamos guiar por sus consejos, que en ningún momento pongo en duda que estos consejos no sean dados desde el corazón, al final nos acaba alcanzando una gran frustración, ya que eso que a ellos les parece tan fácil o lo ven tan buenos para nosotros, quizás en realidad ni es tan fácil para nosotros ni es tan “bueno”, ni nos hace tan felices. Al escuchar únicamente los juicios y los consejos de los demás, al final llegamos  a un punto en el que nos perdemos, no nos escuchamos y no nos preguntamos qué es lo que nosotros deseamos y necesitamos, cerramos nuestro corazón, nos olvidamos de preguntarnos qué es lo que nos hace felices.

Cuando nos digan que no lo hemos intentado lo suficiente, o que la situación requiere más aún de nuestro esfuerzo, no creo sinceramente que sea así, que en algunas ocasiones sea así sí, pero no siempre, y para saberlo únicamente tenemos que preguntarnos a nosotros mismos qué queremos.

Todxs en algún momento de nuestras vidas nos hemos puesto manos a la obra con multitud de proyectos: hemos empezado con ilusión estos proyectos, ya sea la lectura de un libro, el empezar a hacer una dieta, el asistir a algún curso, etc. Está bien “ponerse deberes”, plantearse metas, pero mi consejo es que esa meta sea la que tu corazón verdaderamente te pide y necesita, y que no sea aquella que los demás desean para ti y piensan que es lo mejor para ti (aunque lo deseen de corazón). No te olvides que tu felicidad depende de lo que tú en realidad desees y te plantees conseguir (siempre, claro está, marcando objetivos realistas y accesibles a nosotrxs).

Imagínate, por un momento, como le ocurre al roble, que no sabes quién eres y entonces observas al rosal y piensas: “qué bonito, me gustan sus flores, me encanta su olor; debe ser bonito ser rosal ya que él parece feliz y yo, sin embargo, no me siento muy bien”. Además, cuando miras al resto de las personas a todas parece que le gustan los rosales, entonces deseas ser aún más un rosal, y te ilusionas porque piensas que has encontrado lo que llevabas tanto tiempo buscando, y entonces decides que vas a ser un rosal (hasta aquí piensa que esto que deseas lo has hecho pensando en que a los demás le gustan los rosales).

El rosal te dice que ser rosal es lo mejor del mundo y que a todo el mundo le gustan los rosales, además hay muchos rosales y es muy sencillo ser uno de ellos, y que lo único que tienes que hacer es creerte que eres un rosal, y para ello lo único que necesitas es todos los días visualizarte como un rosal y sintiéndolo con todas tus ganas.

Entonces, empiezas a poner tus ganas y energías en ser un rosal, todos los días… al cabo de unos días esto ves que no resulta tan fácil, y que no te sientes tan bien como habías esperado, pero, como llevas poco tiempo intentando ser rosal, piensas que es algo normal y que todavía es pronto y que lo único que tienes que hacer es intentarlo con más ganas aún, y entonces insistes con más ganas, inviertes más energías en este objetivo.

Miras al rosal y parece que no hace nada, y piensas que algo debes estar haciendo mal para que a ti te cuesta tanto trabajo y a los demás rosales, sin embargo, ninguno. Entonces vienen a tu cabeza cosas que te dicen las personas de tu alrededor, “eres un poco vaga, eres una perezosa, no sabes lo que quieres nunca…”, y entonces empiezas a plantearte que igual no le estás poniendo el suficiente interés y las suficientes ganas que esto requiere.

Comienzas a perder la motivación, y la energía que al principio le habías puesto cada vez va siendo más pequeña, hasta que llega un momento que ya no tienes la misma motivación y entonces abandonas, y esto hace que te sienas mal porque no has sido capaz de convertirte en un rosal, algo que parece bastante fácil, pues hay muchos rosales y si hay tantos rosales es porque otros ya lo han logrado, por lo tanto debe ser fácil serlo, pero tú no lo has logrado.

Con esto quiero decir que, en ocasiones, nos esforzamos tanto en algo que al final nos convertimos en ese algo, para al final acabar dándonos cuenta de que eso que parecía tan estupendo en los que lo tenían o los que lo son, a ti, sin embargo, no te produce el placer ni la satisfacción  que tú esperabas que te iba a producir. Eres un rosal, pero no te sientes como esperabas sentirte, y entonces te das cuenta de que el vacío que había al principio sigue estando ahí.

Lo que en principio parecía ser un problema, el no haber sido capaz de convertirte en un rosal, puede que no lo sea en absoluto, sobre todo si, como en el cuento, eres un roble y no un rosal.

Todos estos obstáculos en el camino pueden ser simplemente indicadores de tu voz interior para que abandones ese camino y te rindas a lo que ERES, en lugar de perseguir lo que los demás te hacen creer que deberías ser.

Miro a mi alrededor y me pregunto:
-          ¿Cuántos serán robles que no se permiten a sí mismos crecer?
-          ¿Cuánto serán rosales que sólo saben dar espinas?
-          ¿Y cuántos serán naranjos que no saben florecer?

En la vida todos tenemos un destino que cumplir, un espacio que llenar, una meta que alcanzar, un motivo y una razón que queramos alcanzar. Todxs tenemos nuestro propio concepto de felicidad, y, por ende, cada cual tendrá sus motivaciones y deseos que le lleven a esa felicidad, y para llegar a esa felicidad cada cual sabrá qué piedras dejar y cuáles quitar de su camino. Lo que para algunos es felicidad para otros no lo es, recuerda, cada unx tenemos nuestros gustos, objetivos, nuestra forma de ver la vida y de interpretarla, lo cual no hay una verdad absoluta ni una única forma de ser feliz.


Qué lástima que a veces tratamos de ir por el mundo tratando de ser lo que otros quieren que seamos, aun cuando esto significa nuestra infelicidad. No permitamos que nada ni nadie nos impida conocer y compartir la maravillosa esencia de nuestro ser. Démonos ese regalo a nosotrxs mismxs y de esta manera también se lo daremos a quienes amamos.

martes, 2 de septiembre de 2014

LA VASIJA AGRIETADA

Un cargador de agua tenía dos grandes vasijas que colgaban a los extremos de un palo que él llevaba encima de los hombros. Una de las vasijas tenía una grieta, mientras que la otra era perfecta y entregaba el agua completa al final del largo camino a pie desde el arroyo hasta la casa de su patrón.


Cuando llegaba, la vasija rota sólo contenía la mitad del agua. Durante dos años completos esto fue así diariamente. Desde luego la vasija perfecta estaba muy orgullosa de sus logros, perfecta para los fines para la cual fue creada; pero la pobre vasija agrietada estaba muy avergonzada de su propia imperfección y se sentía miserable porque sólo podía conseguir la mitad de lo que se suponía debía hacer.

Después de dos años le habló al aguador diciéndole: "Estoy avergonzada de mí misma y me quiero disculpar contigo". “¿Por qué?”, le preguntó el aguador.
"Porque debido a mis grietas, sólo puedes entregar la mitad de mi carga; debido a mis grietas, sólo obtienes la mitad del valor de lo que deberías", le contestó la vasija.
El aguador se sintió muy apesadumbrado por la  vasija y con gran compasión le dijo: "Cuando regresemos a la casa del patrón quiero que notes las bellísimas flores que crecen a lo largo del camino”.

Así lo hizo, y en efecto vio muchísimas flores hermosas a todo lo largo, pero de todos modos se sintió muy apenada porque al final sólo llevaba la mitad de su carga. El aguador le dijo: "¿Te diste cuenta de que las flores sólo crecen en tu lado del camino?; siempre he sabido de tus grietas y quise obtener beneficio de ello, y para ello siembro semillas de flores a todo lo largo del camino por donde tú vas y todos los días tú las has regado. Durante dos años he podido recoger estas flores para decorar el altar de mi Madre. Sin ser exactamente como eres, ella no hubiera tenido esa belleza sobre su mesa”.

<Texto extraído de internet, desconozco el autor>.



Espero que este “cuento”, reflexión os haya hecho pensar algo parecido a lo que me hizo pensar a mí la primera vez que lo leí, y es que cada uno de nosotros tiene sus propias grietas. Todos somos vasijas agrietadas, pero incluso esas grietas son bellas y a esas grietas se les puede sacar partido. No somos perfectos, y eso es lo bonito de la vida, aprender de esa imperfección y utilizar esa imperfección para sacarle algo bueno y positivo.


En la vida nada debe ser desperdiciado, tenemos que aprender a aceptar y amar las cosas como nos viene, porque de todo, tanto de lo bueno como de lo malo, se puede sacar partido positivo a nuestro favor.