miércoles, 28 de mayo de 2014

¿Para cuándo ser feliz?

No hay mejor momento para ser feliz que el ahora. Nos pasamos la vida esperando cosas, esperando que sea fin de semana, esperando que pase un examen, esperando una llamada... Y mientras esperamos, lo único que pasa es la vida, y con ello la oportunidad de aprender con cada experiencia, la oportunidad de saborear las pequeñas cosas, que a fin de cuentas son las que nos harán aprender a ser felices. Porque es ahí, en las pequeñas cosas donde está la felicidad.


Estos son algunos consejos/pasos para labrar un camino de mayor satisfacción personal, mayor placer emocional, mayor bienestar físico, personal y emocional, y, en definitiva, para intentar acercarnos y saborear eso que todos ansiamos y a lo que llamamos felicidad, que no tiene por qué ser algo más que el sentirnos bien con nosotros mismos y ser resilientes en todas las etapas de nuestra vida.






#NoHayMejorMomentoParaSerFelizQueAhora

lunes, 26 de mayo de 2014

Corazón de melón

Voy a expresar, como siempre, mi humilde opinión, lo que me nace de lo más dentro de mi ser, porque sí, porque me apetece, porque así lo pienso y siento:

Los estudios no te lo dan todo. Por decir algo y poner un ejemplo, hay personas con muchos títulos y demás, muy "listas", y con mucha cultura y "saber estar", pero les falta algo muy importante y vital en esta vida: tener un buen corazón. Pero no el corazón ese que tenemos todos, con nuestras arterias y demás parafernalias, no, hablo de ese corazón como sentimiento, como forma de ser y actuar en la vida.

Para mí, tener un buen corazón, es una cosa muy importante, sin esto te puedes volver orgulloso, prepotente, sin humildad, "pisoteador, saboteador", por decir algunas cosas; con esto, puede que te lastimen más, quizás, incluso puede también, sólo quizás, que no seas tan respetado y que tropieces y caigas más. Pero con esto se llega a muchos lados, quizás no materiales, pero sí muy importantes para conseguir un desarrollo y crecimiento personal óptimo. 

Porque si te caes, te levantas, siempre hay alguien que te tenderá su mano, y si no la hay para eso estás TÚ, para coger impulso y volverte a levantar. Porque si te lastimas, te curas, aunque tarde más en cicatrizar la herida, se cura, puede quedar marca, pero de esas marcas es de donde se aprende y es lo que nos invita a que sintamos que somos humanos, y nos invita a que conozcamos lo que es la vida: amarga, dulce, agria, gris, amarilla, azul, roja, tonta, estúpida, incierta, injusta, justa, manzana, redonda, triangular,... La vida es así puta y amorosa, a la misma vez. Pero repito, con "corazón", podemos llegar lejos, espiritual y personalmente. ¿Qué mejor que estar en paz y tranquila contigo misma? La sensación de ser grande personalmente.

Pero, si por el contrario, te falta ese "corazón", vas a lastimar, a hacer daño, y eso, amiga, eso simplemente, en mi opinión, no tiene cura. La enfermedad del hacer daño por hacer, el pisar por el pisar, eso no tiene cura, ni te invita a conocer la vida, ni te invita a madurar ni a progresar personalmente, ni mucho menos a estar en paz contigo misma.

Es mi humilde y sensata opinión.

sábado, 24 de mayo de 2014

Aprende a apreciar el esfuerzo


Un joven fue a solicitar un puesto importante en una empresa grande. Pasó la entrevista inicial e iba a conocer al director para la entrevista final. El director vio su CV, era excelente. Y le preguntó: " ¿Recibió alguna beca en la escuela?" el joven respondió "no".

"¿Fue tu padre quien pagó tus estudios? "
" Si."-respondió.
"¿Dónde trabaja tu padre? "
"Mi padre hace trabajos de herreria."
El director pidió al joven que le mostrara sus manos . 
El joven mostró un par de manos suaves y perfectas.
"¿Alguna vez has ayudado a tu padre en su trabajo? "
"Nunca, mis padres siempre quisieron que estudiara y leyera más libros. Además, él puede hacer esas tareas mejor que yo.
El director dijo: 
"Tengo una petición: cuando vayas a casa hoy, ve y lava las manos de tu padre, y luego ven a verme mañana por la mañana."


El joven sintió que su oportunidad de conseguir el trabajo era alta. 

Cuando regresó a su casa le pidió a su padre que le permitiera lavar sus manos.  Su padre se sintió extraño, feliz pero con sentimientos encontrados y mostró sus manos a su hijo. El joven lavó las manos poco a poco. Era la primera vez que se daba cuenta de que las manos de su padre estaban arrugadas y tenían tantas cicatrices. Algunos hematomas eran tan dolorosos que su piel se estremeció cuando él la tocó. Esta fue la primera vez que el joven se dio cuenta de lo que significaban este par de manos que trabajaban todos los días para poder pagar su estudio. Los moretones en las manos eran el precio que tuvo que pagar por su educación, sus actividades de la escuela y su futuro. Después de limpiar las manos de su padre, el joven se puso en silencio a ordenar y limpiar el taller. Esa noche, padre e hijo hablaron durante un largo tiempo.

A la mañana siguiente, el joven fue a la oficina del director. El director se dio cuenta de las lágrimas en los ojos del joven cuando le preguntó: "¿Puedes decirme qué has hecho y aprendido ayer en tu casa?"
El joven respondió: -"lavé las manos de mi padre y también terminé de asear y acomodar su taller" "Ahora sé lo que es apreciar, reconocer. Sin mis padres, yo no sería quien soy hoy. Al ayudar a mi padre ahora me doy cuenta de lo difícil y duro que es conseguir hacer algo por mi cuenta. He llegado a apreciar la importancia y el valor de ayudar a la familia.

El director dijo: "Esto es lo que yo busco en mi gente. Quiero contratar a una persona que pueda apreciar la ayuda de los demás, una persona que conoce los sufrimientos de los demás para hacer las cosas, y una persona que no ponga el dinero como su única meta en la vida". "Estás contratado".



Un niño que ha sido protegido y habitualmente se le ha dado lo que él quiere, desarrolla una "mentalidad de tengo derecho" y siempre se pone a sí mismo en primer lugar. Ignoraría los esfuerzos de sus padres. Si somos este tipo de padres protectores ¿realmente estamos demostrando el amor o estamos destruyendo a nuestros hijos?

Puedes dar a tu hijo una casa grande, buena comida, clases de computación, ver en una gran pantalla de televisión. Pero cuando estás lavando el piso o pintando una pared, por favor que también él lo experimente. Después de comer que lave sus platos junto con sus hermanos y hermanas. No es porque no tengas dinero para contratar quien lo haga, es porque quieres amarlos de la manera correcta. No importa cuán rico seas, lo que quieres es que entienda. Un día tu pelo tendrá canas, igual que la madre de ese joven. 

Lo más importante es que tu hijo aprenda a apreciar el esfuerzo y tenga la experiencia de la dificultad y aprenda la habilidad de trabajar con los demás para hacer las cosas."
(Una historia de Roberto Tapia, extraída de facebook)


En esta vida debemos aprender a ver lo bello que hay en ella y, de esta manera, así poder valorar todo lo que nos rodea, sólo de esta manera, aprendiendo a hacerlo nosotros, podremos transmitir y enseñar a los demás esta visión. Sólo valorando los aparentes pequeños detalles podremos aprender a alcanzar una adecuada empatía, un adecuado crecimiento personal, y conseguiremos aprender a estar más cerca de ser personas más humanas.





martes, 20 de mayo de 2014

Aprender. Crecimiento Personal

Las personas cuando tenemos problemas tendemos a verlo todo oscuro, tenebroso, pero yo pienso que hasta esa parte de la vida, "oscura" y "tenebrosa", es bonita; sí,  he dicho bonita. Porque son de esos problemas, en esos baches, en esa “oscuridad”, donde aprendemos muchas cosas, puede, incluso, que la gran cantidad de cosas que hoy sepas las hayas adquirido de esas experiencias. Son esos mismos problemas los que pueden llevarnos a vivir experiencias que nos harán crecer como personas; y yo diría que ese debería ser uno de nuestros objetivos, el crecer como grandes personas, pero eso, como todo,  está en nuestras manos, es decisión propia de cada uno de nosotros.

A veces, aunque pensemos que todo está oscuro, si nos paramos a razonar, seguro que hay una luz, un motivo,  por mínimo y pequeño que aparente ser, por el que vale la pena sonreír, luchar, vivir. Por eso, siempre de todas las experiencias deberíamos aprender a encontrar esa luz, ese motivo, por minúsculo que aparente ser. Hay que aprender de todo, hay que vivir la vida lo mejor posible dentro de nuestras capacidades y limitaciones, es decir, siendo siempre realista, pero ojo, no confundir ser realista con ser pesimista.

Que sí, que la vida es maravillosa, pero a veces somos nosotros mismos y nuestra visión de túnel sin salida los que la hacemos que pierda su sabor,  su color,  su esencia, los que hacemos que las cosas pierdan su pequeño o gran valor, porque todo tiene un valor. El truco está en aprender a sacarle el lado positivo a cada experiencia, aunque creamos que no lo tiene,  porque si buscamos bien seguro que lo encontramos. El truco está en aprender a aprender de cada experiencia, y con ello aprender a crecer como personas.

Mi último consejo es que,  cuando nos encontremos ante una situación complicada o en cualquier otro tipo de situación, debemos pensar "hoy es hoy, y mañana no sabemos lo que será". Debemos concentrar nuestras energías en el hoy y aprovechar cada situación al máximo,  que de todo, como ya he dicho, siempre se puede sacar algo positivo, algo de lo que aprender y, algo que NOS HAGA CRECER COMO PERSONAS.



domingo, 18 de mayo de 2014

¿Cómo trabajo? La Terapia Cognitivo-Conductual

Para llevar a cabo mis sesiones de terapia lo hago, principalmente, desde un Enfoque Cognitivo-Conductual, no obstante nunca descarto el utilizar otro enfoque si el caso lo requiere; dicho de otro modo, siempre voy a trabajar con aquel enfoque que haya demostrado ser más eficaz para dar solución al tipo de problema que se trate.

Probablemente te preguntes qué es esto de la Terapia Cognitivo-Conductual.


La Terapia Cognitivo-Conductual (TCC) es un tipo de tratamiento psicoterapéutico que ayuda a los pacientes a comprender que los pensamientos y sentimientos influyen en nuestro comportamiento.
La TCC se utiliza para tratar una amplia gama de trastornos, tales como fobias, adicciones, depresiones, ansiedad, entre otros múltiples problemas psicológicos.
Se trata de una terapia, generalmente a corto plazo, que se centra en ayudar a hacer frente a un problema muy específico. Durante el curso del tratamiento, las personas aprenden a cómo identificar y cambiar los patrones de pensamiento destructivos o perturbadores que están teniendo una influencia negativa en su comportamiento y, por ende, en su vida diaria.

La TCC investiga cómo aprendemos a comportarnos y a reaccionar ante determinadas situaciones, ya sean comportamientos deseables como perjudiciales. Cómo aprendemos y el qué aprendemos depende, tanto nuestra constitución genética, como, y esto es fundamental, de nuestras experiencias particulares que tengamos a lo largo de nuestra vida y del modo en que interpretemos esas situaciones y/o experiencias.
Algunos de estos aprendizajes nos ayudan a sentirnos bien, a relacionarnos de manera adecuada con los demás y a lograr lo que nos proponemos. Otros, en cambio, nos generan dolor, resentimiento, dañan nuestra salud y nuestras relaciones interpersonales. Es a estos últimos a los que va dirigida la TCC.

El objetivo último de esta terapia, y por lo tanto el mío, como personal sanitario y de la salud que soy, es mejorar tu calidad de vida, teniendo en cuenta que ésta es un concepto altamente subjetivo donde cada uno vamos a imponer nuestro sentido, valores y preferencias.




¿Cómo de efectiva es la TCC? 
Se ha demostrado científicamente que la TCC es uno de los tratamientos más eficaces para muchos de los trastornos que acontecen en nuestra sociedad. De hecho, las principales guías de práctica clínica basadas en la evidencia científica, tanto internacionales como nacionales (como la del National Institute for Health and Clinical Excellence – NICE-), recomiendan la TCC como el tratamiento de primera elección para trabajar problemas tales como la depresión, el trastorno de angustia, la ansiedad, el trastorno obsesivo-compulsivo, fobias específicas, entre otros.




Ahora bien, después de que conozcas un poco el enfoque sobre el que trabajo y el motivo por el que lo uso, quizás te interese saber cómo trabajo.



Lo primero que haré será evaluar tu problema para poder hacer un diagnóstico en el que basar el tratamiento. Te pediré que me cuentes lo que te pasa (debes saber que en este sentido puedes estar totalmente tranquilx, pues existe un “código deontológico” sobre la privacidad de los datos que me proporciones; lo que hablemos se quedará única y exclusivamente en nuestra terapia). También me hablarás sobre las distintas áreas de tu vida, para, de esta manera, situar tu problema dentro de un contexto y conocer ciertas circunstancias que puedan influir en él. También usaremos, si el caso lo requiere, algún tipo de cuestionario de evaluación inicial.

Una vez que obtenga la información necesaria, plantearemos los objetivos del tratamiento (qué quieres lograr) y cómo lo abordaremos.

El paso siguiente será comenzar con la terapia, en la que aprenderemos técnicas y habilidades que te ayuden a afrontar tu situación, a cambiar lo que desees. Te puedo enseñar a afrontar situaciones estresantes sin venirte abajo, a resolver tus conflictos, a identificar y manejar tus emociones, a superar una pérdida o un trauma, a manejar síntomas físicos o de enfermedad mental, entre otras cosas. Todo esto, sin olvidar nunca que eres tú quien dirige el coche, yo soy tu copiloto, pero en última medida tú diriges tu vida, yo te proporciono herramientas para dar solución a problemas, pero tú haces el resto, yo no tengo una varita mágica, que ojalá, para “curar”.


 

En cuanto a la duración de la terapia, ésta dependerá de cada caso, de ti, sobre todo.










La psicoterapia implica un crecimiento personal, ya que aprenderás cosas que antes no sabías, o que no te habías dado cuenta que estaban ahí, descubrirás cosas que desconoces, mejorarás en tu manera de relacionarte, mejorará tu autoestima, aprenderás a manejar situaciones, en definitiva, aprenderás a ser resiliente.





PsicoTerapia

Hay ocasiones en las que todos necesitamos acudir a un psicólogo. ¿Pero por qué acudir a un psicólogo?

“Tengo depresión…”, “me siento muy mal”, “no sé qué hacer con mis problemas…”, “me siento desbordadx”, “¿qué es lo que me ocurre?”, “¿Por qué no me lo paso bien con cosas que antes me hacían disfrutar?”, “¿por qué últimamente tengo tantas ganas de llorar?”, “¡me cuesta respirar!”, “tengo ansiedad”, “mi hijx se hace pis en la cama”, “ya no sé qué hacer con mis hijxs”, “¿qué le puede estar ocurriendo a mi hijx?”, “¿qué está pasando en mi relación?”, “me ha dejado mi pareja y no sé vivir sin ella”, “desde que murió mi padre no soy la misma persona”… “¿debería ir al psicólogo?, ¿cómo me puede ayudar a mí?


Desde hace algunos años lxs psicólogxs estamos tomando un espacio importante en nuestra sociedad, aunque, en mi opinión, aún más pequeño del que deberíamos. No obstante, hoy día siguen existiendo bastantes ideas, falsos mitos, demasiado extendidas, y que no se corresponden para nada con la realidad. Seguramente alguna vez has oído algunas de estas cosas: “si una persona va al psicólogo es porque ha perdido la cabeza” o “si una persona va al psicólogo es porque se ha rendido a sus problemas y es débil”, “¿qué pensarán de mí si voy al psicólogo?”, entre otras. Estas ideas, a fin de cuentas, no son más que  estereotipos y/o estigmas no demasiado positivos que llevan a crear falsas creencias, errores y en definitiva un estigma social percibido que no es más que fruto de una percepción e interpretación inadecuada sobre la función que tenemos lxs psicólogxs y con el tipo de personas con las que trabajamos.


Tal vez si te estás planteando acudir a terapia es posible que no tengas muy claro qué hacemos en consulta y cómo te podemos ayudar. (Quizás te pueda interesar leer otra de mis entradas donde hablo un poquito de esto y sobre algunos estigmas que tiene el acudir a terapia y que para nada tienen que ver con la realidad à http://escaleralaluna.blogspot.com.es/2014/04/por-que-acudir-al-psicologo.html)


Muchas personas tienen una idea equivocada, ya no sólo del tipo que he comentado antes, sino del tipo de que piensan que ir  a un psicólogo va a consistir en hablar de nuestra infancia sentados en un diván, pero esto no es así. Yo, por ejemplo, realizo psicoterapia de orientación cognitivo-conductual, y utilizo técnicas cuyos efectos terapéuticos están respaldados y demostrados por diversas investigaciones à tienen, por tanto, una eficacia demostrada.


A continuación te voy a comentar algunas claves vitales para pensar si uno debería o no visitar a un psicólogo:

-      ¿Experimentas malestar persistente y esto está influyendo en uno o varios ámbitos de tu vida (familia, trabajo, amigos, ámbito académico…)?
Más específicamente, este malestar puede consistir, por ejemplo en sentir tristeza con o sin motivo aparente, depresión, desánimo, fruencuentes ganas de llorar, desesperanza, desinterés por actividades que antes le eran muy placenteras, sentirse menospreciado, sentir que no eres bueno en nada de lo que haces, discusiones frecuentes con las personas de tu entorno, sentimientos de incomprensión…

-      ¿Realizas conductas no deseadas o tienes pensamientos que interfieren en tu vida diaria? ¿No sabes por qué se han instalado? ¿Desearías quitarlos de en medio?
Más específicamente: presento problemas de irritabilidad, sensación de que se aproxima un desastre y no podré hacer nada para evitarlo, tengo problemas de apetito o de sueño, tengo miedos (a perder el control, a morir, a “volverme loco”), experimento falta de control en el uso de sustancias alteradoras de la conciencia, tengo problemas con las drogas, el alcohol, tengo “manías” que han llegado a ser más preocupantes que tranquilizadoras, escucho conversaciones o voces que nadie más puede oír, no me puedo quitar de la cabeza una situación o un sentimiento, tengo ideas extreñas que interfieren en mi pensamiento o en mi comportamiento…

-      ¿Sientes que tus cualidades emocionales, intelectuales o sensuales han perdido intensidad y no encuentras un motivo aparente para ello?
Más específicamente: experimento falta de concentración, de memoria, de agilidad mental, no siento como “auténticas” ciertas situaciones en las que me emocionaba con facilidad, presento retraimiento social, soy una persona insegura, tengo dificultad para tomar decisiones, evito ciertas situaciones…

-      Últimamente ha cambiado la relación con mi pareja, con mis padres, con mis hijxs…

-      ¿Ya no sabes qué hacer con tu hijx?
Se hace pis en la cama, tiene un mal comportamiento, no tiene hábitos de estudio, ha perdido el interés por todo, ha cambiado mucho de actitud…


No obstante acudir al psicólogo no quiere decir que uno deba dejarse hacer, como quien acude a un médico para que le recete algo para el dolor de cabeza. Tú me proporcionarás el mapa de tu vida, y juntxs intentaremos alcanzar y recorrer el camino que más te convenga, el que mejor te haga sentir, el que tú busques. Yo seré algo así como, imagínate una carrera de rallies, hay un piloto, que dirige el coche, y un copiloto, que da instrucciones sobre las curvas y dificultades que se puede encontrar el piloto por el camino. Pues yo seré ese copiloto, te proporcionaré las técnicas y herramientas mejor te convengan para afrontar tus problemas y llegar a la meta, pero recuerda que serás tú en última instancia quien dirija ese coche, que es tu vida. Yo sólo seré tu guía, tú harás el resto, en tus manos estará el cambio, llegar a la meta, alcanzar tus objetivos.

Por desgracia, muchas de las personas que acuden a terapia, cuando lo hacen, el problema ya está bastante avanzado y generalizado, lo que complicará la terapia. Esto, en muchos casos, puede deberse a que la mayoría de los problemas son producidos por una causa principal y por una mala estrategia para atajar el problema inicial o principal. No obstante, ello no quiere decir que no se vaya a dar solución al problema, ni que vaya a ser imposible, nada más lejos de la realidad.


Por último, decirte que yo no poseo el secreto de la vida eterna, de hecho no creo que nadie en el mundo lo posea, tampoco guardo en ningún sitio la piedra filosofal, y, al igual que tú, tengo muchas veces que tomar decisiones. No curo, simplemente te facilito el cambio, de una posición actual a una posición deseada.

En fin, bienvenido a mi rincón en la red, espero que disfrutes con él, que te ayude, y recordarte que si te sientes identificadx con alguna (o varias) de las claves que hemos comentado antes, si quieres buscar solución a algún problema, si crees que necesitas un cambio, si no te encuentras bien, o simplemente  crees que tienes un problema y quieres buscarle solución, te animo a que hagamos terapia juntxs. Te ofrezco la posibilidad de desplazamiento, siempre y cuando sea dentro de la provincia de Granada, y alrededores, y hasta la provincia de Almería. De no ser este tu caso, podemos llevar a cabo terapia on-line.

Me dedico tanto desde el área de tratamiento Infanto-Juvenil hasta el de adultos. Trabajo con cualquier tipo de problema y/o trastorno (ansiedad, depresión, TOC, trastorno del sueño, hiperactividad, habilidades sociales, autoestima, pánico, etc.).


viernes, 16 de mayo de 2014

Los beneficios y la importancia de tener un animal de compañía


En primer lugar, y antes de comenzar a hablar nada sobre el tema, quiero “aclarar” varios puntos:

1-  Durante el texto, cuando me refiera a “compañero de vida”, me estaré refiriendo a animal de compañía. El motivo por el que utilizo este término es porque, aparte de que me gusta más, yo creo que los animalitos que decidimos que nos acompañen en nuestra vida son eso, compañeros de vida, y no un simple animal.

2-  Aunque hable de los animales en general, mayormente me centraré en lxs perrxs, ya que son mi pasión y debilidad. Pero ello no quiere decir que estos “compañeros de vida” sean los únicos y los mejores, cada cual tendrá sus preferencias y debilidades por unxs u otrxs.

3-  Muchos de los fragmentos del texto los he ido recopilando de información que he buscado en internet y luego yo he ido integrando y dando otra forma y perspectiva al tema, es por ello, que, advierto que no son “cosecha mía propia”, sino que, repito, es información, mayormente, que he ido encontrando en internet, y he ido moldeando a mi gusto.

4-  Dicho todo esto, comencemos con mi publicación de hoy, que espero que te resulte interesante y al final te animes, si aún no lo has hecho, a compartir tu vida con un compañerito de estos.





La interacción diaria con los animales puede ser más importante de lo que mucha gente piensa. De acuerdo con los centros para el control de enfermedades y muchos estudios e investigaciones publicadas, la presencia de un animal en la vida diaria de una persona puede resultar muy beneficioso: puede tener un impacto positivo en su salud y, en general, en su bienestar (social, personal, etc.).

Muchos de los que ya tenemos, para mí la suerte, de tener un/a compañero/a de vida a nuestro lado sabemos que esto nos aporta infinidad de beneficios: compañía, cariño, afición,  amor, amistad, felicidad…

Hoy, para aquellos que aún no estén muy convencidos de la importancia y lo beneficioso que puede ser el tener un compañero de vida a nuestro lado, os quiero un poco sobre ello.



¿QUÉ BENEFICIOS PUEDE TENER PARA MÍ O MI FAMILIA EL QUE ME ACOMPAÑE (NOS ACOMPAÑE) UN COMPAÑERO DE VIDA?

1. Un compañero de vida es beneficioso para los niños

Muchas investigaciones han demostrado que, por ejemplo, tener un perro en el hogar aumenta el bienestar y ayuda a la salud de los que están en él. Por ejemplo, según un estudio presentado por la publicación holandesa Pediatrics, los niños que viven con perros tiene menos posibilidades de presentar ciertas infecciones en los oídos o problemas respiratorios. Un estudio de la universidad de California en Davis menciona que los niños que leen con perros cerca aprenden más rápido y con más facilidad. Y  otro, que los bebés que conviven con animales domésticos tienen menos probabilidades de sufrir alergias cuando sean mayores.



2. Puede resultar como una medicina preventiva

Tener una mascota en casa se considera una medicina preventiva porque promueve la salud y evita futuros problemas. Muchos estudios han demostrado que la salud de las personas es mejor cuando hay un perro cerca. 

Se ha comprobado que tener un animalito en el hogar puede ayudar a la salud de las personas mayores, embarazadas y enfermos. Y es que no sólo nos alegran el día, sino que también nos hacen tener un corazón más sano: provocan mayor variabilidad en el ritmo cardiaco y se reduce así, el riesgo de padecer enfermedades de corazón.   Según estudios del Instituto de Investigación Médica Baker, de Melbourne, Australia, un animal de compañía puede reducir la presión arterial de su dueño àSe observó que tanto los hombres como las mujeres que vivían con una mascota tenían una presión sistólica menor y los triglicéridos más bajos que los que no tenían perros, e incluso la supervivencia a los infartos de miocardio era más elevada en las personas que gozaban de la compañía de un cánido. La gente que posee en su familia un miembro de la raza perruna, visita poco al médico, gasta menos en medicamentos para la tensión alta y está en mejor condición física.
  
Y ya no sólo a nivel físico, sino también psicológico: ayudan a mejorar el deterioro mental, el estrés, los dolores y depresión, etc. Además, muchos compañeros de vida, como lxs perrxs o lxs gatxs, incluso “adivinan” nuestros estados de ánimo, apoyan su cabecita en nuestra pierna justo el día que necesitamos un aporte extra de cariño. Su mirada sincera, sus ojos profundos, nos reconfortan y siempre nos dicen muchas más cosas que mil palabras juntas. Hasta saben cuándo tenemos un mal día. Son nuestros terapeutas de cabecera.

Siguiendo con el tema de la salud psicológica, muchos estudios han demostrado, como ya he comentado, que tener un compañero de vida mejora nuestro bienestar y salud psicológica à compartir nuestra vida con un compañero de vida disminuye el nivel de estrés, los estados de ánimo mejoran y ayudan a quienes sufren depresiones. Concretamente, la doctora Karen Allen, de la Universidad Estatal de Nueva York en Búfalo, pudo demostrar que las personas que viven con perros o gatos reaccionan mejor frente a la tensión, se recuperan antes y cometen menos errores en el cálculo mental que las que no tienen una mascota en su casa. Además, quienes hicieron el experimento en presencia de sus mascotas, consiguieron mejores resultados ante el estrés que cuando las realizaron en compañía de un familiar o de un amigo.




3. Nos aportan compañía

Tener un perro en casa reduce la soledad de aquellas personas más faltas de cariño o aquellas que tienen que superar la pérdida de algún cónyuge o familiar. La sensación de abandono o soledad se reduce con un perro porque ayuda a sentirse en compañía, querido y amado. Nos hace sentir que no estamos solos.





4. Nos crea obligaciones

Tener una mascota implica muchas obligaciones para mantenerlx atendidx y en buen estado. Por ejemplo, el hecho de tener que sacarlo a pasear implica una obligación, que, a pesar de sonar así de “mal”, puede aportarnos beneficios: nos puede ayudar a conocer nuevas personas, relacionarnos, despejarnos del estrés rutinario, pasear, disfrutar de la naturaleza de los parques, etc.





5. Aparte de “obligaciones”, también nos aportan diversión

Obviamente, este es uno de los puntos más innegable. Nuestros compañeros de vida nos regalan momentos de risas y diversión a diario.  Sus travesuras nos hacen sonreír un poco más cada día.




6. Nos pueden, no siempre, proporcionar seguridad

Aportan seguridad a nuestro hogar y a nivel personal. Ellos siempre se alertan los primeros ante cualquier situación de peligro y esto nos provoca una sensación de mayor seguridad, tranquilidad  y confianza.

Ojo, esto no quiere decir que los tengamos que usar para ello o que esto siempre vaya a ser así, ya que no todos los animales están preparados para ser guardianes.



8. Los compañeros de vida, mejoran las relaciones

Los animales en general nos ayudan a mejorar las relaciones con el resto de personas. Nos aportan un equilibrio emocional que será beneficios para el contacto con el resto. Además, nos ayudan a ser más responsables, cariñosos, atentos… y, aumentan el contacto social.
Podríamos decir, no siempre, claro está, como en todo hay excepciones, que nos hacemos más humanos cuando estamos en compañía de un perro: La empatía con los otros seres vivos se incrementa, consigue que nos comportemos mejor con nuestros semejantes.



9. Nos aportan FELICIDAD

La mayoría de las personas que tienen, por ejemplo, un perro en casa mejoran su autoestima y seguridad en ellos mismos  y demuestran ser más felices que los demás. A nivel familiar, es una experiencia muy aconsejable.




¿Crees que esto es todo? Pues no. Sigamos.
Cuando un amigo de estas características entra en nuestras vidas, el tono vital de la casa se eleva, es más positivo, más relajado, más amable y divertido. Ellos afianzan el sentimiento de seguridad y confianza de las personas que los cuidan.

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 BENEFICIOS DE TENER UN COMPAÑERO DE VIDA PARA TU/S HIJX/S

Desde la prehistoria hasta nuestros días, los animales domésticos han desempeñado un papel muy importante (relevante) en la relación con los niños. Gracias a esa estrecha convivencia, son modelos a seguir para las distintas etapas de desarrollo de los pequeños, y les enseñan valores tanto fundamentales, como conocimientos básicos sobre la vida y la muerte, el crecimiento, el sexo y la reproducción, la salud, el dolor y la enfermedad, la  higiene y los cuidados básicos sobre alimentación, y un largo etc. que iremos desarrollando a lo largo del artículo.

En los años 80, el National Institute of Health, comenzó a investigar, y fue en 1987 cuando publicó su primer gran trabajo: “Salud y beneficios de los animales de compañía”. No ha sido hasta hace pocos años cuando se ha incidido en estudios más profundos que constatan los beneficios sobre nuestros hijos en la tenencia de una mascota en casa.

Los niños aprenden valores positivos en su compañía. Valoran al ser vivo que han de cuidar y alimentar y reciben a cambio montones de cariño. Su autoestima se eleva al sentirse útiles, se reducen sus momentos de ocio, aprenden a hacer frente a una responsabilidad ineludible y a valorar y respetar a los otros seres vivos.
La inteligencia emocional se incrementa en los pequeños de la casa cuando están en compañía de un amigo peludo.





El papel de los Animales en el Desarrollo Infantil

Un importante número de estudios empíricos han investigado cómo los niños interactúan con las mascotas y su visión en la relación con los animales (mascotas incluidas). Estos estudios han terminado demostrando la ínter actuación de los menores con animales domésticos. Por ejemplo, los niños pequeños (2-3 años) tienen más probabilidades de golpear, empujar, o agarrar a sus mascotas (comportamientos que podrían ser considerados agresivos) que los niños mayores. De 3 a 4 años de edad, los niños tienden a acariciar a sus mascotas más que dedicarse a otras conductas, mientras que los niños de entre 5 y 6 años de edad, en general abrazan, estrujan y masajean a sus animales de compañía, lo que sugiere un contacto más sofisticado y "suave", con patrones y relaciones sociales más empáticos. Estos cambios basados ​​en la edad y en los citados patrones de comportamiento de las interacciones con los animales domésticos van, generalmente, paralelos a los cambios que sufren los niños en el desarrollo de los patrones de interacción con los seres humanos, incluidos los padres, hermanos y compañeros.

El examen de las actitudes de los niños hacia las mascotas revela que muchos de ellos desarrollan una rica gama de atributos sociales hacia estos animales, y no sólo hacia los animales, sino también hacia el resto de seres vivos.
No obstante, tenemos que aclarar que la relación con las mascotas normalmente es complementaria a otras (por ejemplo la relación entre iguales), y no un sustituto para las relaciones humanas.

En una nueva investigación sobre los vínculos entre los seres humanos y los animales, los terapeutas han descubierto que las mascotas proporcionan inesperados beneficios psicológicos para los niños más allá de lo obvio.



A modo de resumen, una investigación con niños en edad de pre-escolar, realizada por psicólogxs de la Universidad Estatal de Oregón, encontró que:
1)  Enseñar a los niños a cuidar un cachorro, aumenta sus capacidades sociales para el futuro.
2) Tener mascota hace que los niños cooperen más y participen mas.
3) Tener una mascota mejora la capacidad de los niños para desarrollar habilidades, como por ejemplo ser responsables, o ponerse en el lugar del animal y tratar de sentir cómo el animal se siente. Y esta empatía la pueden aplicar después hacia las relaciones con otros niños.


Por tanto, ¿cuáles son los beneficios de tener mascota para los niños?

1.   Beneficios para la salud:

a.   Disminuye el estrés, lo que ayuda a que sean  niños menos agresivos.
b.    Mejora la autoestima y el bienestar psicológico, pues se sienten muy queridos por su mascota y, al cumplir con la obligación de alimentarlos, limpiarlos y cuidar de ellos, estamos creando en su interior una sensación de utilidad y motivación muy positivas.
c.    Disminuye el número de afecciones psicosomáticas: ansiedad, dolor de cabeza o abdominal, alteraciones del apetito, o problemas cutáneos.
d.    Exige un incremento en la actividad física, hecho de relevada importancia, dado el sedentarismo que hoy en día padecen nuestros hijos.
e.   Regula el ritmo cardiaco y la tensión arterial, el mero acto de acariciar nuestra mascota.
f.      Es un escape para los impulsos de acicalamiento de los residuales de primates que aún conservamos


2.   Beneficios socioeducativos:

a.   El niño que pasea un perro se beneficia de las relaciones sociales en la calle al atraer la atención de otros viandantes e iniciar conversaciones, estableciendo incluso nuevas relaciones.
b.    Acelera el desarrollo psicomotor a través del juego, el ejercicio, la persecución, las risas, etc.
c.    Ejerce un papel de protección que comparte con los progenitores: no sólo papá y mamá son los que me quieren y me cuidan. Les aporta seguridad cuando los padres están ausentes.
d.    Invita a los niños a imitar a los adultos en su rol de cuidadores, por lo que ellos pasan a ser los papás de la mascota y esto hace que desarrollen el valor de la responsabilidad.
e.   Proporciona un vínculo con la realidad para mejorar la estabilidad emocional
f.      Se crea una relación de confianza mutua que promueve el conocimiento de sí mismo
g.    Proporciona aceptación y amor sin prejuicios
h.    Ofrece una enseñanza natural sobre conceptos como el nacimiento, parto, enfermedad, dolor, muerte, sexualidad, etc. con lo que se convierte en su profesor particular en la escuela de la vida.



Como resumen, o conclusión, podríamos decir que tener un compañero de vida puede tener en nosotros, y en nuestra familia, muchos beneficios, tanto a nivel físico como psicológico.




Por último, si finalmente te decides a tener un compañero de vida, como así le llamo yo a mi perrita, deberías de tener en cuenta una serie de cosas antes de hacerlo:

Puede pasarle a cualquiera. Ves un precioso gatito rayado, con las patitas blancas y ojos verdes buscando atención desesperadamente. O quizás es un hermoso Labrador cuya cola parece moverse sólo por ti. Echas una mirada y la siguiente cosa que ves es que estás caminando por los pasillos de comida de animales en el supermercado.

Si eres como la mayorí­a de nosotros, enamorarte de un animal es muy fácil. ¡Y no me extraña! Porque compartir tu casa con un amiguito de cuatro patas puede ser uno de los mayores placeres de la vida.

Pero adoptar un animal de compañía, por lo tanto, es una gran decisión. Los perros y los gatos requieren mucho tiempo y dinero, y una responsabilidad de más de 15 años en muchos casos. El tener un animal puede ser muy recompensante, pero sólo si realmente has meditado esta decisión antes de adoptar un compañero.


Cosas que deberíamos considerar antes de tomar esta decisión:

El hecho de que estés pensando en adoptar un animal de un refugio significa que eres una persona responsable y humanitaria. Pero antes de tomar la decisión de traer un amigo peludo a tu vida, tómate un momento para pensar en estos puntos:
¿Por qué quieres un animal de compañía? Es increí­ble cuántas personas no se preguntan esto tan simple antes de acoger uno. Adoptar un perro o gato simplemente porque es lo que la gente "hace" o porque los niños han estado lloriqueando por un cachorro generalmente termina en un gran error. No te olvides de que algunos de ellos pueden estar contigo 10, 15 o incluso 20 años.
¿Tienes tiempo? Perros, gatos y otros animales de compañí­a no pueden ser ignorados simplemente porque estés cansado u ocupado. Necesitan comida, agua, ejercicio, cariño y compañí­a cada dí­a de cada año. Muchos animales en los refugios están allí­ porque sus dueños no pensaron realmente cuánto tiempo llevaba cuidar de ellos.
¿Puedes permitirte económicamente una adopción? Los costes de mantener un animal pueden ser bastante elevados. Licencias, clases de entrenamiento, esterilización y castración, cuidados veterinarios, cepillados, juguetes, comida, arena de gatos, y otros gastos son cosas que suman rápidamente
¿Estás preparado para ocuparte de los problemas que puede ocasionar? Infestaciones de pulgas, muebles arañados, accidentes de animales que no están educados para estar en una casa y emergencias médicas inesperadas son lamentables pero son aspectos comunes a la tenencia de un animal de compañía.
¿Puedes tener uno en el lugar donde vives? Muchas comunidades de vecinos no permiten animales, y la mayorí­a de ellos tienen restricciones. Asegúrate de cuáles son antes de traer un compañero peludo a casa. También es posible que en tu casa, no todos estén conformes con la llegada de un animal. Es importante tomar la decisión en familia y evitar que pasado el tiempo te presionen para sacar al animal del hogar.
¿Son tus hábitos de vida adecuados para el animal que tienes en mente? El tamaño del mismo no es la única variable en la que tienes que pensar aquí­. Por ejemplo, algunos perros pequeños como los terriers son muy activos. Necesitan mucho ejercicio para poder calmarse, y generalmente ladran con cualquier ruido. Por otro lado, algunos perros grandes son muy tranquilos y están felices y contentos con sólo dormir en el sofá todo el dí­a. Antes de adoptar haz algo de investigación, de este modo te aseguras de elegir el animal que encajará con tu estilo de vida.
¿Sabes quién cuidará de él cuando estés de viaje o de vacaciones? Necesitarás tener amigos o vecinos de confianza o dinero para pagar a un refugio o un hostal.
¿Podrás ser un dueño responsable? Tener tu nuevo amigo esterilizado o castrado, obedecer las leyes comunitarias o las licencias, mantener puestos los chips de identificación en el animal son cosas que forman parte de ser un dueño responsable. Por supuesto, dar al nuevo integrante de tu familia amor, compañerismo, ejercicio, una dieta sana y cuidado veterinario regular también son esenciales.

 


Escribo esto porque hay mucha gente que no piensa en nada de esto, cogen al compañero y cuando ven la multitud de “obligaciones” deciden abandonarlo, y me joroba, y mucho, ¿te imaginas cómo se puede sentir el o la pobre cuando lo/a abandonas? Y NO ME VALE LA RESPUESTA DE: “ES SÓLO UN ANIMAL”, porque no, PORQUE SON COMPAÑEROS DE VIDA y se merecen que les proporcionemos lo mejor de nosotros, porque es lo que ellos nos van a dar a nosotros, y qué mínimo que devolver con la misma moneda. Por eso, de corazón, antes de tomar la decisión precipitadamente, pregúntate, ¿estoy preparadx para mantener y cuidar a un animal durante toda su vida? No olvides que cuando adoptas estás comprometiéndote a cuidarle por el resto de su vida.


Es cierto, ésta es una larga lista de preguntas. Pero si echas una vista rápida a un refugio entenderás porqué el contestar estas preguntas antes de adoptar un animal es tan importante.
Por favor, no cometas el mismo error. Piensa antes de adoptar. Compartir tu vida con un compañero animal puede traer compensaciones increí­bles, pero sólo si estás dispuesto dedicarle el necesario tiempo, dinero, responsabilidad y amor por el resto de su vida.




Por favor, hazlo con cabeza, cuídales, respétales, ámales,  NO LES ABANDONES. 

En definitiva, bajo ningún concepto los maltrates (el abandono es también una forma e maltrato, en este caso psicológico).

Ellxs darían todo por ti, que mínimo que devolver, al menos, lo mismo que vas a recibir.







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http://www.aces.edu/pubs/docs/U/UNP-0058/UNP-0058.pdf