¿Que nunca me pongo triste?
Claro que me pongo.
¿Que nunca me enfado o grito? Claro que lo hago.
¿Que no me pongo nerviosa ante las situaciones? Pues claro, también.
¿Que no puedo sentir ansiedad? Pues claro, ¿por qué no?
Pero, ¿cómo es esto posible, si soy Psicóloga?
Estas y otras muchas preguntas son las que suelo escuchar cuando, después de alguien saber lo que he estudiado, me pregunta/dice/afirma cuando comento que me encuentro mal o que tengo un problema. Por esto quería hoy hablar sobre algunos estereotipos que nos afectan a lxs psicólogxs. Porque me fastidia bastante que la gente piense que, por el simple y mero hecho de haber estudiado Psicología, ya no podemos experimentar o sentir sentimientos como la rabia, la ira, ponernos nerviosos, sentirnos tristes, etc. Que por el hecho de ser psicólogxs tenemos una llave mágica para darnos solución a todos nuestros problemas. ¿Acaso un médico está exento de resfriarse o contagiarse de una gripe?
La única diferencia entre tú y yo es que yo tengo un pequeño mapa y herramientas para comprender ese gran laberinto llamado mente. Pero muchas veces se me olvida dónde dejé el mapa, porque como todas las personas, también tengo despistes. Yo, al igual que tú, puedo llegar a tener problemas con mi pareja, en mi familia, en el trabajo o en cualquier otro ámbito de mi vida personal/social/profesional, también puedo atravesar por "crisis existenciales", y, en general, con todos aquellos obstáculos/retos de los que se compone este camino que es la vida.
No tengo súper-poderes (ojalá), ni soy inmune a las emociones (tampoco querría serlo, porque todas ellas, nos hagan sentir mejor o peor, nos enseñan cosas, pero sobre todo nos muestran que estamos vivos). También tengo miedos (además bastantes) al igual que tú. Pero ¿sabes? Yo me he preparado arduamente para poder estar contigo codo con codo, hombro a hombro, acompañándote mientras enfrentas determinados tramos de los que se compone el camino de tu vida. Juntxs buscaremos descifrar el mapa, yo te proporcionaré mis herramientas y pequeños conocimientos, y llegará un momento en el que tú continuarás solx por tu camino. Entonces, yo estaré contenta porque tú seguirás el camino, en busca de tu felicidad. En eso consiste mi trabajo, en ayudarte a encontrar fortaleza en tus debilidades, y siempre usaré toda herramienta a mi alcance para ayudarte a atravesar el mar embravecido, el sendero escarpado, y en general, ayudarte con cualquier bache que se interponga en tu camino y no te deje avanzar hacia tus objetivos y metas. Para eso tuve que prepararme y aprender a nadar, a escalar, a tirarme con parapente, aunque, obviamente, en todo este camino de preparación, ha habido momentos en los que también he sentido ahogarme.
Soy humana. Tengo sentimientos. Soy Psicóloga. ¡Y
soy feliz ayudándote!
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