Para llevar a cabo mis sesiones de terapia lo hago, principalmente, desde un
Enfoque Cognitivo-Conductual, no obstante nunca descarto el utilizar otro
enfoque si el caso lo requiere; dicho de otro modo, siempre voy a
trabajar con aquel enfoque que haya demostrado ser más eficaz para dar solución
al tipo de problema que se trate.
Probablemente te preguntes qué es esto de la Terapia Cognitivo-Conductual.
La Terapia Cognitivo-Conductual (TCC) es un tipo de
tratamiento psicoterapéutico que ayuda a los pacientes a comprender que los
pensamientos y sentimientos influyen en nuestro comportamiento.
La TCC se utiliza para tratar una
amplia gama de trastornos, tales como fobias, adicciones, depresiones, ansiedad,
entre otros múltiples problemas psicológicos.
Se trata de una terapia,
generalmente a corto plazo, que se centra en ayudar a hacer frente a un
problema muy específico. Durante el curso del tratamiento, las personas
aprenden a cómo identificar y cambiar los patrones de pensamiento destructivos
o perturbadores que están teniendo una influencia negativa en su comportamiento
y, por ende, en su vida diaria.
La TCC investiga cómo aprendemos a
comportarnos y a reaccionar ante determinadas situaciones, ya sean
comportamientos deseables como perjudiciales. Cómo aprendemos y el qué aprendemos depende, tanto
nuestra constitución genética, como, y esto es fundamental, de nuestras experiencias
particulares que tengamos a lo largo de nuestra vida y del modo en que
interpretemos esas situaciones y/o experiencias.
Algunos de estos aprendizajes nos
ayudan a sentirnos bien, a relacionarnos de manera adecuada con los demás y a
lograr lo que nos proponemos. Otros, en cambio, nos generan dolor,
resentimiento, dañan nuestra salud y nuestras relaciones interpersonales. Es a
estos últimos a los que va dirigida la TCC.
El objetivo último de esta terapia,
y por lo tanto el mío, como personal sanitario y de la salud que soy, es
mejorar tu calidad de vida, teniendo en cuenta que ésta es un concepto
altamente subjetivo donde cada uno vamos a imponer nuestro sentido, valores y
preferencias.
¿Cómo de efectiva es la TCC?
Se ha demostrado científicamente que
la TCC es uno de los tratamientos más eficaces para muchos de los trastornos
que acontecen en nuestra sociedad. De hecho, las principales guías de práctica
clínica basadas en la evidencia científica, tanto internacionales como
nacionales (como la del National
Institute for Health and Clinical Excellence – NICE-), recomiendan la TCC
como el tratamiento de primera elección para trabajar problemas tales como la
depresión, el trastorno de angustia, la ansiedad, el trastorno obsesivo-compulsivo,
fobias específicas, entre otros.
Ahora bien, después de que conozcas
un poco el enfoque sobre el que trabajo y el motivo por el que lo uso, quizás
te interese saber cómo trabajo.
Lo primero que haré será evaluar tu
problema para poder hacer un diagnóstico en el que basar el tratamiento. Te
pediré que me cuentes lo que te pasa (debes saber que en este sentido puedes
estar totalmente tranquilx, pues existe un “código deontológico” sobre la
privacidad de los datos que me proporciones; lo que hablemos se quedará única y
exclusivamente en nuestra terapia). También me hablarás sobre las distintas
áreas de tu vida, para, de esta manera, situar tu problema dentro de un
contexto y conocer ciertas circunstancias que puedan influir en él. También
usaremos, si el caso lo requiere, algún tipo de cuestionario de evaluación
inicial.
Una vez que obtenga la información
necesaria, plantearemos los objetivos del tratamiento (qué quieres lograr) y
cómo lo abordaremos.
El paso siguiente será comenzar con
la terapia, en la que aprenderemos técnicas y habilidades que te ayuden a
afrontar tu situación, a cambiar lo que desees. Te puedo enseñar a afrontar
situaciones estresantes sin venirte abajo, a resolver tus conflictos, a
identificar y manejar tus emociones, a superar una pérdida o un trauma, a
manejar síntomas físicos o de enfermedad mental, entre otras cosas. Todo esto,
sin olvidar nunca que eres tú quien dirige el coche, yo soy tu copiloto, pero
en última medida tú diriges tu vida, yo te proporciono herramientas para dar
solución a problemas, pero tú haces el resto, yo no tengo una varita mágica,
que ojalá, para “curar”.
En cuanto a la duración de la terapia, ésta dependerá
de cada caso, de ti, sobre todo.
La psicoterapia implica un crecimiento personal, ya que aprenderás cosas que antes no sabías, o que no te habías dado cuenta que estaban ahí, descubrirás cosas que desconoces, mejorarás en tu manera de relacionarte, mejorará tu autoestima, aprenderás a manejar situaciones, en definitiva, aprenderás a ser resiliente.
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