domingo, 15 de junio de 2014

¿Existe una "receta mágica" para ser feliz?



¿Existe una manera de que podamos ser felices de manera casi ininterrumpida? Yo, personalmente, pienso que más que ser felices se trata de encontrar nuestro equilibrio con el mundo, con todo lo que nos rodea (familia, amigos, trabajo, estudios, etc.) y todo lo que ello puede conllevar (dificultades, problemas, baches, estrés, etc.). Está claro que en algún momento de nuestra vida tendremos que enfrentarnos a problemas, baches, dificultades que nos irán apareciendo en nuestro camino, y esto será una pequeña, o gran, barrera, depende del ojo con el que lo miremos y de nuestra capacidad de resiliencia, y esta barrera será la que tratará de impedirnos que seamos felices, que alcancemos esa felicidad. Quizás no exista una receta mágica, pero yo voy a daros algunos consejos que a mí me funcionan.


¿Qué es la felicidad? Es a lo primero que creo que debemos dar respuesta, ya que cada uno tenemos nuestra idea de ser feliz, y a todos no nos hacen felices las mismas cosas.

Yo voy a exponer mi opinión que no es si no otra cosa que eso, mi opinión, que puedo estar o no en lo cierto pero que es lo que yo pienso y a mí me funciona. Luego, cada cual, tendremos nuestra manera de pensar, sentir y actuar. Entonces como voy a dar mi opinión, voy a comenzar respondiendo a la pregunta que os planteo: ¿qué es la felicidad? Para mí la felicidad no es otra cosa que estar en equilibrio con el mundo. Pero, ¿qué quiere decir esto? Cuando digo esto, es mi manera querer decir que tengo que intentar que todo mi ser esté en armonía con todo lo que me rodea. Para mí ser feliz es, también, el ser resiliente, el saber adaptarme a cada situación que se me plantee en esta vida, ya sea buena o mala.

Pero, ¿cómo te vas a adaptar cuando se te presenta una gran adversidad? Yo lo hago de la siguiente manera: intento buscar un por qué.

¿Y si no hay un por qué? Siempre lo hay, aunque al principio de la adversidad no veas la explicación, el recorrido del camino te la acabará mostrando, sólo es cuestión de pararse y pensar, intentar pensar siempre en positivo.

¿Pero cómo? ¿Cómo va a ser eso así? ¡Es imposible! Lo primero es que nada es imposible, simplemente esto imposible a veces tarda un poquito más en llegar; siguiendo con la respuesta a esta última pregunta de cómo va a ser esto así te voy a plantear lo siguiente: párate y piensa en cuántas veces no te ha pasado algo que en ese momento considerabas catastrófico pero que luego te ha podido llevar a algo bueno; para explicar esto un poco mejor, que creo que con esta explicación se queda un poco corto y vago y no transmito lo que quiero que entiendas te voy a poner varios ejemplos míos personales:

     -   Recuerdo que un día estudié muchísimo, o al menos eso pensaba yo, para un examen mío de la carrera. Suspendí. En ese momento me vine muy abajo por varias razones, una de ellas porque pensaba que era un examen muy fácil y yo lo había suspendido (me asaltaron pensamientos y críticas hacia mí muy negativas y que de nada me estaban sirviendo: eres una torpe, eres tonta, cómo puedes haber suspendido esta asignatura, si no apruebo esta anda que la de Neuro…), pero de repente me tuve que decir a mí misma “oye, oye, para, piensa, ¿te están ayudando de algo estas cosas que estás pensando? Para lo único que te están sirviendo es para que te pongas aún más nerviosa y no te puedas concentrar en los exámenes que te quedan, sólo te están sirviendo para ponerte aún peor y de eso Andrea nada te va a valer, sólo para hacerte daño. No es el fin del mundo, tienes aún muchas más convocatorias a las que presentarte, y con ello muchas más oportunidades para aprobar”. Después de este pequeño consejo de mi yo interior me di ese día un descanso y al día siguiente continué estudiando, pues aún me quedaban más asignaturas y no debía permitir que un suspenso me hiciera rendirme. Al tiempo, volví a estudiar para esta asignatura y me presenté a la convocatoria de septiembre, y aprobé, y cuando vi mi nota pensé “menos mal que suspendí en febrero, pues de no ser así ahora puede que no tuviese esta nota tan buena en mi expediente, además, creo que esta vez mi estudio ha sido más bueno, pues he tenido más tiempo para preparármela y con ello más tiempo para asimilar conceptos y retenerlos mejor y aprender las cosas mejor”. Esto, por tanto, es una prueba de que aunque a veces se nos presente un bache en el camino eso no quiere decir que ya tengamos que quedarnos hundidos en ese bache, sino que las cosas pasan por algo, quizás si hubiese aprobado en febrero hubiese tenido más tiempo en verano para hacer más cosas ya que no se lo tendría que haber dedicado a la asignatura, pero ese suspenso me permitió dedicarle más tiempo a la asignatura en verano y con ello sacarle más jugo, y, además, en septiembre como mucho hubiese sacado un 5 “raspaete” y en septiembre sin embargo saqué muy buena nota.
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-       - Siguiendo con esto de que las cosas pasan por algo voy a poneros otro ejemplo de cómo si buscamos un por qué lo hallaremos y puede que nos llevemos gratas sorpresas. Hace muchos años tuve una amistad muy bonita con una chica, compartíamos un montón de cosas y era un apoyo muy importante en mi vida, pero un día, sin saber el por qué, nos dejamos de hablar (cosas de la vida). En ese momento me vine abajo, lo pasé bastante mal. Al tiempo llegó a mi vida Noa, mi perrita. Y te preguntarás, ¿qué relación guarda lo de tu amiga con lo de Noa? Pues muy sencillo, si quizás hubiese sido siendo mi amiga y compañera de piso puede que nunca hubiese llegado Noa a mi vida. “Perdí” una amiga (bueno deciros que hoy día nos volvemos a llevar genial), pero gané a una compañera de vida, Noa, y aunque en el momento lo pasé muy mal, luego comprendí que las cosas pasan por algo, ahora tenía a Noa, algo muy deseado por mí.

Quizás piensas que vaya ejemplos, pero en realidad tienen más trasfondo, lo que pasa me no me quiero enrollar tampoco mucho porque mi post va relacionado con la felicidad.


Siguiendo con el tema, decir entonces que muchas veces para no hundirnos en la adversidad y poder seguir luchando por la felicidad debemos buscar una razón positiva al por qué nos ocurren las cosas, porque siempre, más tarde o más temprano, la vida nos muestra que de todo se aprende y si nos lo proponemos las cosas nos pueden conducir a alcanzar eso que todos deseamos: ser felices.

Otras veces, aparte de buscarle un por qué a las cosas, también necesitamos estar en armonía con nosotros mismos. ¿Y esto de estar en armonía con nosotros mismos qué es? Muchas veces tomamos decisiones que pueden no gustar a las personas de nuestro alrededor, a las más allegadas, y eso puede que nos haga sentir mal con nosotros mismos. Lo primero decir que muchas veces en la vida tenemos que mirar por nosotros, a tomar decisiones, aunque eso no guste a los demás, pero tenemos derecho a equivocarnos, y a elegir nuestro camino y tomar nuestras decisiones. Pensar esto ayudará a encontrar esa armonía con nosotros mismos. Pero si esto no es suficiente, debes saber que debes perdonarte a ti mismo. Si en un momento determinado eliges una opción y esa opción no te conduce a donde tú te proponías, tienes derecho a equivocarte, por lo que tienes la obligación de perdonarte. Muchas veces hay personas buenas y generosas a las que le cuesta afrontar las situaciones difíciles, les cuesta salir de esos baches, y no encuentra el por qué. Esto es así porque muchas veces las personas nos exigimos mucho y esto hace que muchas veces nos sintamos responsables de todo lo que pasa a nuestro alrededor, y estos sentimientos de responsabilidad llevan a sentimientos de culpabilización, y la culpa nos quita mucha energía, energía necesaria para afrontar esas adversidades. Por esto, tenemos que aprender a que tenemos derecho a errar, pero estamos en la obligación de perdonarnos, tenemos derecho a tomar decisiones que, a primera vista, puedan resultar egoísta, pero es que en esta vida tenemos derecho a pensar en nosotros mismos, tenemos el derecho y la obligación, y eso no significa que seamos personas egoístas. Por ello, debemos aprender a perdonarnos, a no sentirnos culpables, a no cargar con las responsabilidades de los demás. Debemos aprender a perdonarnos por nuestros fallos, y a apreciar y reconocer nuestros esfuerzos, aunque no consigamos lo que perseguimos.

En general, en la vida, debemos marcarnos como meta el ser feliz, y para ello, lo primero, es plantearnos qué es para nosotros ser feliz, y luego añadir algunos ingredientes como los que he expuesto: 1) adaptarnos a los cambios intentado buscar un por qué positivo y 2) aprender a no sentirnos culpables y responsables de todo lo que ocurre a nuestro alrededor, 3) aprender a perdonarnos y 4) aprender a elogiarnos por nuestros esfuerzos.

Está claro que cada uno tendréis vuestra receta secreta y utilizaréis los ingredientes que mejor se adapten a vuestra forma de ser, es como quien hace un bizcocho, cada cual lo hará a su manera y utilizará los ingredientes que más le gusten. Yo he expuesto estos porque son los que mejor me van y más me ayudan a afrontar mis problemas.


De manera general, mis ingredientes preferidos serían:


-          1) Asume tu presente. Tenemos que ser capaces de adaptarnos a las dificultades que se nos presenten en nuestro día a día, y para ello debemos ser resilientes.
-                 2) No te sientas culpable ni responsables de todo lo que ocurre a tu alrededor.
-          3) Aprende a perdonarte por tus fallos, pues estos fallos nos ayudarán a aprender y nos proporcionarán experiencia para avanzar. No debemos sentirnos fracasados por nuestros errores, sino que debemos aprender de ellos y sentirnos orgullosos de ser capaces de errar y aprender de ello.
-          4) Aprende a perdonar a los demás. No debemos guardar resentimiento, debemos pensar que todos tenemos derecho a equivocarnos.
-          5) Aprende a elogiarte por tus esfuerzos.
-          6) No dejes que te domine la inseguridad.
-          7) Mantén a las personas envidiosas lejos y no darles confianza.
-         8) Muéstrate indiferente ante las provocaciones de las personas que no nos desean nuestro bien.
-          9) Debes, y repito, perdonarte por tu pasado.

e     10) Tienes derecho a llorar, a estar triste, pero no a quedarte ahí estancadx.

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